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El Seminario Patrimonio Cultural y Migración desarrollado por el 7° semestre de la Licenciatura en Comunicación y Gestión Interculturales, en su marco de actividades llevo a cabo el Conversatorio “La lucha libre como patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México”
El conversatorio se realizó el día jueves 3 de octubre del presente año, fue celebrado en el auditorio “Carmen Giral Barnes” perteneciente a la facultad de farmacia. Cabe destacar que dicha acción conto con una difusión previa, la cual fue otorgada por diversos medios: empezando por el Facebook del Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales, asimismo Radio UAEM y Línea Caliente nos cedieron un espacio para poder cubrir la nota antes mencionada.
Los invitados del conversatorio fueron:
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Eva Sánchez Valdez quien funge como gestora intercultural.
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José Agustín Sánchez, antropólogo y relator de la declaratoria de Patrimonialización de la Lucha Libre.
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El Fantasma, presidente de la Comisión de Lucha Libre de la CDMX.
Cabe destacar que la Lucha Libre Mexicana es constituida con un deporte-espectáculo, por lo que adquiere un aspecto cultural, social y por supuesto simbólico. En efecto la lucha libre no solo se basa en una figura o personaje, sino que dentro de su personalidad, emerge un nombre y una máscara que le otorga reconocimiento e identidad. Asimismo son técnicas “transmitidas de generación en generación, que para su ejercicio requiere de elementos materiales y simbólicos particulares” (México, 2018). La Lucha Libre es color, imaginación, mito; se trata de una práctica que ha sobrevivido el paso del tiempo y el advenimiento de la modernidad, y que en ese devenir constituye un legado de la cultura popular en la Ciudad de México.
Consideramos que la práctica promueve la cohesión y la identificación social en lo individual y lo colectivo. Históricamente en 1930 la Ciudad de México atestiguó el surgimiento del elemento cultural. Aunado a esto, la Lucha Libre se ha ido desarrollando por medio de las industrias culturales, esperemos que dicho patrimonio será resguardado de manera legítima y horizontal sin la imposición de algún reglamento o regulación cultural o turística, para que con el paso de los años no existe un proceso de deculturación o mercantilización de la imagen y práctica deportiva
Sin embargo la ejecución de la actividad fue desarrolla de manera eficaz y eficiente, la asistencia de público fue acertada, puesto que muchos de los espectadores se dedicaban, trabajaban o asistían a eventos relacionados con la práctica. El conversatorio de lucha libre fue un intercambio de diálogos, testimonios y experiencias que enriqueció la actividad por medio de múltiples informaciones recolectadas. Recalcamos que existen muchos cuestionamientos más con respecto al proceso administrativo, burocrático y social por el cual se inmiscuyo la lucha libre para poder ser decretado como parte de un patrimonio, pero esperemos que en próximas fechas exista un segundo encuentro.
NOTAS
PERIODISTICAS
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